Claves Para Motivar A Tu Equipo

¿Te gustaría guiar a tu equipo hacia el éxito? Primero tendrás que aprender a liberar su potencial. Ayudalos a encontrar la motivación necesaria para afrontar los obstáculos.

 

Para eso es importante tener en cuenta algunas claves.



(Autor: Carolina Hapon. Lic. en Psicología. Especialista en Desarrollo Personal)


La motivación es el factor principal que nos ayuda a establecer un objetivo y guiarnos hacia el éxito. ¿Cómo hacer para que las acciones necesarias para alcanzarlo, sean auténticas y se mantenga en el tiempo? Las investigaciones actuales demuestran que para que perseveremos en nuestras acciones la motivación debe provenir de nuestro interior y no de las consecuencias, premios y castigos que provienen de afuera.

Si elegiste ser entrenador no será por la recompensa económica, sino que llevas algo dentro que te llama a poder tocar de alguna forma la vida de tus jugadores. Si quieres saber cómo despertar esta motivación dentro de tus jugadores necesitarás primero aprender una serie de herramientas técnicas y saberlas usar con arte:

 

Asumir la responsabilidad:

Cuando las cosas van mal, buscar la culpa en los jugadores sólo agravará el problema y no te habilitará para generar los cambios necesarios. En cambio cuando asumes que también estas implicado en el problema, identificarás más posibilidades de responder y modificar la situación, serás capaz de implementar las acciones necesarias.

 

Reforzar la conducta deseada en lugar de castigar la conducta no deseada.

En psicología ha sido largamente probado que el refuerzo negativo (castigos, retos, amenazas) no es el mejor medio para modificar conductas. Su efecto es a muy corto plazo, no permite generar cambios perdurables, y por lejos jamás permitirá elevar la motivación. Cuando retas o castigas, el jugador responderá por miedo a las consecuencias y no por el deseo de mejorar. Es útil que marques el error, pero nada más. Por el contrario, cuando le prestas más atención a las conductas esperadas, éstas se amplifican mientras las no deseadas tenderán a desaparecer solas. Ten paciencia, te aseguro que este es el camino de la modificación más perdurable.

 

Construye objetivos:

Así por ejemplo, un objetivo a largo plazo podrá ser ganar un torneo, sin embargo, también existen metas a mediano plazo tales como ganar el siguiente partido que es considerado de gran importancia o a corto plazo como las metas específicas que deben alcanzar en determinado entrenamiento. Cuando compartes la información y construyes junto a tus jugadores los distintos objetivos que desean alcanzar, todos se sentirán implicados y comprometidos a lograrlos. En cambio, si los jugadores no saben qué se espera concretamente de cada uno de ellos para este entrenamiento o para el próximo partido, no sentirán que su comportamiento influye en el resultado. Si no sabemos dónde queremos llegar o por qué es importante llegar allí, tampoco serán importantes nuestras acciones.

 

Marcarles el momento:

Muchos dicen que la semana completa es del entrenador y que el partido es el momento del jugador. Es necesario que ayudes a los jugadores a identificar que es en el momento del partido donde pueden ver el fruto de todo el esfuerzo de la semana. Ayuda mucho marcar el comienzo del partido con un gesto de equipo. Un hurra antes del partido es un recurso simple, rápido y prepara a los jugadores mentalmente para el momento que viene. Esto les permite saber que aquí empieza la oportunidad para concentrarse, conectarse y disfrutar de las habilidades que trabajaron.

 

Dales retroalimentación sobre su desempeño:

Siempre comienza con los aspectos positivos y favorables, destaca todo lo que hayan hecho correctamente. Sólo recién después de hacer esto, tendrás la atención, apertura y confianza de tus jugadores para pasar a hablarles de las deficiencias que hayan surgido. Cuando les hables de los errores siempre indica las acciones que permitirán corregirlos (si el jugador identifica lo que está mal pero no tiene idea de cómo corregirlo o sólo se desalentará o resentirá). Para finalizar siempre cierra la charla rescata nuevamente aspectos positivos que generen una esperanza de éxito futuro.

 

Celebra los logros:

El festejo de los triunfos aunque sea pequeño marca un rito, hace que los jugadores se den cuenta de los progresos. Cuando un objetivo se cumple, sea una meta a corto plazo o de mayor trascendencia, es sumamente importante reconocerlo y festejarlo, existen muchos incentivos distintos. Una simple felicitación por el entrenamiento realizado, un hurra en el momento oportuno, un aplauso para tus jugadores,  hasta premios que impliquen salirse de las rutinas como actividades recreativas, almuerzos, etc. Estas acciones, sobre todo si son realizadas delante de un público,  permiten no sólo que los jugadores sean adecuadamente reconocidos, sino que promueve el sentimiento de unión del equipo, la focalización en los aspectos positivos y la satisfacción con la tarea, al tiempo que aumenta  la motivación para enfrentar los desafíos por venir. Es importante reconocer el proceso y no sólo los resultados. Cuando se están realizando procesos de aprendizaje, más vale valorar las nuevas jugadas practicadas y otros procesos de aprendizaje en lugar del éxito en el resultado del marcador final.

 

Sobre todo ten presente que, al actuar bajo estos principios, despertarás algo nuevo en tus jugadores y la mejor recompensa será vivir para siempre en sus corazones.


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